Gareth Jones, que negó los hechos ante el tribunal, fue declarado culpable de haber mordido la oreja de Daniel Hobbs, furioso por un penalti concedido al equipo rival al principio del partido.
"Hobbs sintió inmediatamente un dolor intenso y se llevó la mano a su oreja. Cuando la retiró, estaba cubierta de sangre", explicó el fiscal Mike Jones. El juez que condenó a Gareth Jones calificó su agresión de "barbarie".
Hobbs necesitó veinte puntos de sutura para coser el lóbulo.
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